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Piedras parlantes
Noviembre 11th, 2011
Josué 4:19-24
Un hombre de cada tribu tomó una piedra del lecho seco del Jordán y la llevó a la Tierra Prometida. Luego, cada uno llevó su piedra varias millas hasta un lugar llamado Gilgal, donde Josué las dispuso en un monumento a Dios. Para los israelitas, las piedras les recordarían para siempre la mano milagrosa de Dios de liberación y provisión.
Pero las piedras también se dirigieron a un público más amplio. Mientras el monumento permaneciera en pie, Israel podría mostrar al mundo la increíble y poderosa mano de poder de Dios. Otros podían ver y tocar las piedras, maravillándose de cómo fueron recuperadas en medio de un río desbordado.
Las piedras hablaban a los israelitas de la necesidad de temer y respetar a Dios. Si Dios pudo contener las aguas y traer a su pueblo a salvo, solo piense en qué más podría hacer.
Las piedras del río Jordán siguen hablándonos aún hoy con el mismo mensaje que nos transmitieron hace siglos. Dios liberó a su pueblo, su mano es poderosa, y debemos temerlo y respetarlo todos nuestros días en cada faceta de nuestras vidas. ¿Puedes oír a las piedras hablar hoy? ¿Has atendido su llamado?
Tags: Dios
