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El resto de la historia
Noviembre 4th, 2011
Josué 2:12-24
¿Qué le pasó a Rahab? ¡Su vida fue perdonada debido a su fe! Su fe generó buenas obras para salvar a los espías. ¿De dónde sacó ella, de entre todas las personas, esa clase de fe? Santiago nos dice (2:25) que ella es considerada justa debido a sus acciones. De alguna manera, Rahab llegó a conocer al Señor como su Dios y Salvador omnipotente. Esta experiencia de conversión pre-Cristo se manifestó en acciones que confirmaron su justicia.
Después de los eventos en el pasaje de hoy, ella se casó con un hombre judío llamado Salmón. Tuvieron un hijo llamado Booz que amó y se casó con una viuda moabita, Rut. Tuvieron un hijo llamado Obed que engendró un niño llamado Jesse. El hijo menor de Isaí era David, rey de Israel y un hombre conforme al corazón de Dios. De la línea de David finalmente nació José, quien se convirtió en el esposo de María, la madre de nuestro Señor.
Rahab la prostituta se encuentra en el linaje humano de nuestro Salvador. La encontramos en uno de los capítulos más conocidos de la Biblia junto a los más grandes héroes de la fe. Dios purificó a la pecadora impura Rahab a través de su fe en él. ¡Qué amplia prueba de la asombrosa gracia de Dios! Ella es un modelo para todos nosotros hoy.
