PODCAST
¡¿Por qué yo?!
Diciembre 26th, 2025
Santiago 1:1-8.
Recientemente, nuestra hija pequeña empezó a contagiarse del último “bichito” que se está propagando por su escuela primaria. Estudiantes y personal fueron detenidos en casa, ya que este germen en particular era desagradable. Atrapada en casa con fiebre y sintiéndose fatal, gritó en un momento de particular incomodidad: “¿Por qué yo?!?”
Creo que la mayoría de nosotros podemos identificarnos con su situación y sentimiento. Todos nos hemos encontrado en una situación incómoda y nos hemos preguntado por qué tenemos que sufrir. Incluso las personalidades más positivas y optimistas atraviesan un bache que sacude su alegría.
James anima a sus lectores a afrontar las pruebas con la actitud de que la situación puede producir perseverancia (lo que parece sugerir que podríamos enfrentarnos a pruebas y producir apatía). Esta perseverancia puede entenderse como determinación o resiliencia—esa cualidad en alguien que le permite ser lo suficientemente flexible como para “recuperarse” de las pruebas. James conecta esta perseverancia con la madurez.
La madurez no pregunta “¿Por qué yo?” cuando llegan las pruebas. La madurez pide a Dios sabiduría y guía para perseverar en nuestras pruebas, dependiendo de la gracia de Dios. ¿Qué nos pasará si desviamos nuestra atención de nosotros mismos para centrarnos en Dios?
Esta semana, ante una prueba, mira a Dios.
Autor: Stefanie Hendrickson