La confianza en Dios es vivificante

Noviembre 26th, 2025

Salmos 119:169-176.

Cuando éramos pequeños y jugábamos a “fingir” con nuestros hermanos o amigos del vecindario, fingíamos ser bomberos, maestros o padres. A veces, creo que todavía jugamos juegos de “fingir” espiritualmente. Fingimos depender de Dios y de Su provisión. Fingimos que Dios es el Sustentador y Proveedor de nuestras vidas, nuestros hogares, nuestras finanzas, nuestra iglesia, pero la realidad es que “lo tenemos en la mano”. Hablando por experiencia personal, he vivido de esta manera. He jugado a fingir espiritualmente. Examinando de cerca, ¿quizás tú también lo hayas hecho?

El salmista de hoy nos lleva a un pasaje en el que volvemos a casa con nosotros mismos (como dice Henri Nouwen) y nos sinceramos con nuestra mayor dependencia y sentido de confianza en Dios. Leemos: “Que mi clamor llegue delante de ti, Señor” (v. 169). Esto no es “deja que mis finanzas, mi lógica, mi visión del mundo, mi partido político o mi teléfono celular 6G se presenten ante ti”. Es, que mi clamor venga delante de ti, oh Señor.

No juguemos a fingir que somos el Señor. Él es el Señor, y este día, todos derramaremos nuestras alabanzas, nuestras dependencias, nuestro ser completo sobre Él. Dios ayuda a las ovejas perdidas, aunque fingamos que lo tenemos todo resuelto.

Autor: Matt Zimmer