Toda la gente hambrienta

Junio 28th, 2025

Lucas 9:10-17

Cuando leemos sobre el milagro de los panes y los peces, a veces nos enfocamos en el milagro en sí. Es asombroso que Jesús convirtiera unos pocos panes y peces en alimento para la multitud, pero también nos enseña algo sobre Jesús más allá de su capacidad de transformar un poco en mucho. Nos dice que a Jesús le importan las necesidades físicas de las personas. La gente estaba hambrienta, y a Él le importaba eso.

A veces podemos quedarnos atrapados cuidando el bienestar espiritual de los demás, sin preocuparnos por lo físico. Sin embargo, Jesús sabía que todos estaban atados entre sí. Los cuerpos le importaban a Jesús, por lo que también deberían importarnos a nosotros.

Cuando vemos a personas hambrientas, podemos y debemos alimentarlas. A veces, puede ser un desafío pensar en cómo, pero podemos confiar en Dios. Podemos compartir de nuestra abundancia, y podemos compartir lo que tenemos en confianza de que Dios cuidará de nosotros.

Porque sabemos que Jesús se preocupa por las personas hambrientas, podemos unirnos a la obra de Dios en el mundo y cuidar también a las personas hambrientas, incluso si todo lo que tenemos para ofrecer es poco.

Autor: Robbie Cansler