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Enero 30th, 2025

Juan 12:44-50

Jesús vino a salvar, no a juzgar. Creo que a veces perdemos la noción de ese hecho cuando nos bombardean con todas las diferentes formas en que el mundo que nos rodea hace lo que creemos que son cosas dignas de juicio. Nos quedamos tan atrapados en señalar lo que está mal, es pecaminoso o es “impío” en el mundo, que podemos olvidar por qué Jesús vino en primer lugar: para salvar al mundo.

Jesús les recuerda a sus discípulos en Juan 12:48 que se avecina un juicio para aquellos que lo rechazan y no aceptan sus palabras. ¿Cuáles son Sus palabras? “Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que cree en mí no quede en tinieblas” (v. 46). Una y otra vez en el Evangelio de Juan, Jesús nos recuerda que su misión es ser luz y salvar a todos los que creen en él.

Como iglesia, esta debe ser también nuestra misión principal en el mundo. Debemos encarnar la luz de Jesús en el mundo, y ver a todos los que crean ser salvos. Todo lo demás, incluyendo señalar con el dedo crítico a los “pecadores” que nos rodean, no es la razón por la que Jesús vino. Tampoco debe ser nuestra misión.

Autor: Mark Hendrickson