PODCAST
Morar
Agosto 25th, 2024
Salmos 84:1-12
A veces me pongo bastante nostálgico de la forma en que solía ser la iglesia. Yo no siempre estaba loco por vestirse para el servicio del domingo por la noche, oraciones que se convertían en sermones de una hora o avivamientos tan largos que deseabas haber traído un bocadillo.
Si bien esa era de adoración no fue perfecta, hay algo que decir sobre cómo ese método de “hacer iglesia” animaba a las personas a morar en la dulce presencia del Espíritu. Reunirse como el cuerpo de Cristo era una prioridad cada vez que se abrían las puertas. Los predicadores no parecían preocuparse tanto por la duración de sus sermones. La adoración no parecía apresurada y siempre había tiempo para hacer negocios con el Padre en un altar de oración.
Los tiempos cambian y la forma en que adoramos puede cambiar con ello. Sin embargo, a veces me pregunto si la costumbre “antigua” de permanecer en la bondad de Dios debería practicarse mejor hoy en día. Tal vez los parámetros de nuestra adoración (tanto personal como congregacional) necesitan ampliarse y dar acceso al Espíritu Santo para que habite entre nosotros y nosotros con Él.
Autor: Andrea Talley