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Agosto 1st, 2024

Salmos 86:8-13

¿Recuerdas las actividades, a menudo para niños, en las que comparas dos imágenes para encontrar las diferencias? A veces las diferencias saltan a la vista. Otras veces hay que cazar para encontrarlos. El proceso puede ser particularmente frustrante cuando te dan el número de diferencias, pero te quedas corto en el número que puedes encontrar.

David señala en el Salmo 86 que no hay otro dios como el Dios Creador. Puedes compararlos todo el día, y nunca encontrarás nada igual a Dios. Tal vez pienses que es una tarea tonta, después de todo, los becerros de oro y las religiones extranjeras obviamente no son rival para Dios.

¿Realmente has considerado a todos los otros dioses que pueden ser comparados con Dios? ¿Qué hay de los ídolos que podemos encontrar en nuestras vidas y culturas? La fama, el poder, el control, el dinero, la ambición egoísta, la vanidad, la carrera, la familia… literalmente, cualquier cosa que tome el lugar de Dios en el centro mismo de nuestras vidas se convierte en un ídolo. ¿Cómo se comparan? La respuesta obvia es: “Estos ídolos no se comparan”.

Autor: Stefanie Hendrickson