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Sigan alabándolo

Junio 21st, 2024

Filipenses 4:4-9

Filipenses 4:6, “No os afanéis por nada, sino presentad vuestras peticiones a Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”, es un versículo seminal y un consejo perfecto que se usa para animar a los que atraviesan dificultades.

¿Alguna vez has recibido consejos de alguien solo para descubrir más tarde que la persona que te da el consejo no tenía absolutamente ninguna autoridad? Hace años, mi hija estaba en el equipo de golf de su escuela secundaria. A medida que practicaba, le daba consejos sobre cómo podía mejorar. Si bien sonaba bien informado, el hecho es que nunca he jugado al golf y no tengo ni idea de cómo entrenar a alguien. No tenía autoridad para darle consejos de golf.

Este no es el caso del mensaje de Pablo a los Filipenses. Pablo había sido secuestrado, golpeado, azotado, apedreado, arrestado, encarcelado, naufragado y mordido por una serpiente. Decir que Pablo entendía el sufrimiento es quedarse corto. Pablo tenía la autoridad para escribir: “regocijaos siempre” y “no os preocupéis por nada” porque lo había vivido y seguía alabándole.

Autor: Kelly Brown

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