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Pon tu esperanza en Dios
Junio 12th, 2024
Salmos 25:16-22
El corazón de David resonaría con el salmista del Salmo 119, quien testificó que “en la noche”, el recuerdo del nombre de Dios (v. 55) y la palabra de Dios le dieron esperanza (v. 49). La gente “arrogante” se burlaba de él “sin piedad” (v. 51) debido a su adhesión a la ley de Dios (vv. 51, 52, 54, 55, 56).
Es como si los arrogantes dijeran: “ Podéis convertir los decretos de Dios en cánticos, pero nosotros no usamos la ley de Dios” (vv. 53-54, paráfrasis del autor). “¡Haremos lo que nos plazca!”
“¡No es así!”, declara el salmista Asaf. Aquellos que hablan “con malicia” (73:8) en contra de Dios y Sus siervos, Dios los coloca en “terreno resbaladizo”. Los arroja “a la ruina” (v. 18).
Los arrogantes viven con la visión corta; El salmista vive con una visión a largo plazo, basada en su conocimiento del pasado. Recuerda las “antiguas leyes” de Dios (119:52), incluyendo los actos de bondad de Dios hacia sus antepasados. El recuerdo de éstas —”tu palabra a tu siervo” (v. 49)— le permite soportar el rechazo actual de los demás.
En la palabra de Dios, el salmista encuentra consuelo para el presente (vv. 50, 52), esperanza para el futuro (v. 49) y un cántico dondequiera que encuentre una noche de alojamiento (v. 54).
Autor: Barry Ross