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Te lo dije
Mayo 21st, 2024
2 Corintios 11:24-33
¿Alguna vez has tenido ganas de decir: “Te lo dije” tan mal que tuviste que morderte la lengua para no permitir que esas cuatro pequeñas palabras escaparan de tus labios? Disfrutar de un “Te lo dije” bien colocado es muy tentador. Poner a alguien (que obviamente se negó a escuchar tus palabras de sabiduría anteriores) en su lugar es un deseo extremadamente humano que puede ser difícil de resistir.
El apóstol Pablo tenía un par de cosas que decir acerca de ser humilde. En su segunda carta a la iglesia de Corinto, advirtió a los seguidores de Cristo que no se jactaran de las cosas que los hacían lucir bien, pero si debían jactarse, que lo hicieran de las cosas que los hacían lucir no tan bien.
Al jactarnos del poder de Cristo obrando en nosotros, nuestras debilidades quedan expuestas y se permite que su gloria brille. Nuestro objetivo como seguidores de Cristo es glorificar a Dios en todas las cosas. Considere seguir el consejo del apóstol y solo jactarse en su debilidad, permitiendo que Cristo sea magnificado en todas las cosas.
Autor: Andrea Talley
