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La liberación de Dios
Marzo 22nd, 2023
Marcos 15:1-8
Uno de los hechos asombrosos de las Escrituras son los muchos relatos del Antiguo Testamento que predicen el nacimiento, muerte y resurrección de Jesús (Isaías 7:14; Isaías 53, Salmo 16:10, y así sucesivamente).
El simbolismo también juega un papel muy importante en la historia del evangelio. Por ejemplo, Marcos 15 se refiere a Barrabás. En arameo, Bar-ab-bas significa “hijo de un padre” o “hijo que es como un padre”. No debe perderse de vista la yuxtaposición que estos dos hombres, Barrabás y Jesús aportan a la historia. Uno representa al hijo de Adán, la maldición. El otro representa al Hijo de Dios, el remedio. Uno estaba persiguiendo la transformación política. El otro representaba una transformación del amor. Uno tenía el favor de la multitud (v.8) mientras que el otro dio Su vida por amor a la multitud.
Qué pensamiento tan asombroso y humilde de que Jesús, el Hijo de Dios, el Hijo de nuestro Padre, llevaría nuestros pecados en la cruz por amor a una multitud que favorecía la insurrección sobre la transformación.
Autor: Tim Kellerman