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Sumisión sin esclavitud

Octubre 19th, 2011

RG101911Levítico 19:1-10

A los 85 años, viuda y hospitalizada desde hacía mucho tiempo, estaba haciendo las paces con una vida sobre la que tenía poco control. De sus palabras:

Una tarde, cuando yo tenía 14 años, nuestro vecino (viudo) llegó a nuestra casa con el sacerdote. El sacerdote dijo algunas cosas que no entendí y me dijo que estuviera de acuerdo. Mis padres firmaron unos papeles y mi madre dijo que me acababa de casar: ese día me iría a vivir a la casa del vecino. ¡Fui vendido como esclavo! En 1938 no había más remedio que someterse.

Cuando tenía 30 años conocí a Jesús. Me invitó a seguirlo y acepté. Era lo único que se me permitía elegir por mi cuenta. Yo le pertenezco. Jesús hizo que mi vida valiera la pena.

“Cristo nos ha liberado para la libertad” (Gálatas 5:1). Solo las personas libres pueden dar libremente.