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Golpea, respira, brilla

Octubre 14th, 2011

RG101411Salmos 139:13-24

¿Qué buscas en la vida? ¿Riqueza, prestigio, felicidad? Dios llamó a David un hombre conforme a su propio corazón (1 Sam. 13:14; Hechos 13:22). Aunque culpable de adulterio e incluso de asesinato, tenía un corazón que anhelaba a Dios.

Racionalizar nuestras propias fechorías contra los pecados profundos de David puede impedirnos examinar nuestro corazón y ver nuestra necesidad de perdón personal. ¿Hay alguno de nosotros que no haya traicionado a nuestro Señor de alguna manera?

La poderosa fe de David y su fuerte amor por la ley de Dios son inconfundibles en las Escrituras. David incluyó a Dios en cada área de su vida. Sus pensamientos rara vez estaban lejos del Todopoderoso. David se acercó tanto que podía sentir la respiración de Dios.

Esta actitud debe caracterizar a todo cristiano. Cuando Dios ilumina nuestras almas, busca un arrepentimiento humilde y con ternura recupera el corazón con la intención de seguirlo.

Tags: Dios