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¡Indefenso!
Julio 26th, 2011
Romanos 11:25-32
Bienvenido a Reflejando a Dios.
Mi esposa me llamó por teléfono para informarme que una ardilla estaba dentro de una pared, arañando desesperadamente para poder salir.
¿Cómo pudo una ardilla meterse a una parte interna de la casa? Supuse que fue por un tubo de ventilación. Así que trepé al techo de metal, cubierto de nieve. ¿Qué podía hacer para liberar a la ardilla? Más por un impulso que por una acción planeada, metí el extremo de una cuerda al tubo. La ardilla trepó apretadamente y pudo salir, brincando del techo a la nieve. Puse una rejilla sobre el tubo para disuadir a las demás ardillas.
Todos nosotros, como la ardilla, fuimos atrapados por nuestras rebeliones. No podemos salvarnos a nosotros mismos. Dios deja caer una “cuerda” de salvación para nosotros, para ser “objeto de su misericordia”; y la misericordia tiene sentido debido a nuestro cautiverio.
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